El reverso de la medalla y la quiebra del trueque

Originalmente, los primeros nodos argentinos (1995) fueron creados con una lógica de desarrollo local. Se trata de un proyecto político tendiendo luchar en contra la pobreza y la exclusión social creciente. Pero detrás de este honorable proyecto de apariencia solidaria se esconde una empresa con fines lucrativos. El desarrollo exponencial de los nodos, sin pretil o ningún control, permite muchos desvíos y disyunciones, particularmente una sobre-emisión de la moneda ocasionando una inflación galopante. Luchas de poderes y prácticas fraudulentas (clientelismo, falsificaciones, venta de objetos robados o de mala calidad…) son muy usuales. Desde los abusos hasta las prácticas mafiosas, sólo hay un paso.

A pesar de todos los aspectos positivos expuestos en los artículos precedentes, desgraciadamente hay que recordar que esta experiencia se derrumbó.

 

Desde el sistema de red hasta el modelo de franquicia

 

En 1995, Rubén Ravera, Carlos de Sanzo y Horacio Covas crean el primer nodo en Bernal, al sur de la provincia de Buenos Aires. La experiencia se duplica en la capital y al norte de la provincia, bajo la tutela del grupo fundador, llamados lo “3 de Bernal”. Cuando empiezan los intercambios entre afiliados de distintos nodos, forman la Red Global de Trueque (RGT). Poco a poco, propagan su idea en todo el país. Los nuevos nodos adoptan el reglamento de la RGT y dejan circular los créditos de la red, llamados “arbolitos”.

Frente al crecimiento explosivo del número de nodos y para guardar el control, los responsables intentan regular la red. Instauran una organización interzonal, un sistema de información centralizado y la obligación de llevar y comunicar balances para cada zona… Acabaron cerrando cada vez más las instancias de decisión colectiva para favorecer una organización jerárquica muy cerrada, donde sólo ellos deciden de las reglas. Los 3 de Bernal se vuelven administradores de una moneda complementaria de la cual tienen el monopolio de emisión. Como unos dicen: “Se las dieron del Banco central”. Bernal abre nuevos nodos en todo el país y delega la gestión local a los coordinadores de los nodos. Rápidamente, este modelo de desarrollo parece a una franquicia. A partir de 1999, se habla abiertamente de “franquicia social” (no tan social en realidad), unos la calificaron hasta “franquicia rectal”.

 

 ¿Cómo se traducía el modelo de franquicia de Bernal?

 

Carlos Pérez Lora (Red Mar y Sierras), subraya que uno de sus fundadores, Horacio Covas, viene de una empresa de “venta directa multi niveles” (multi levels marketing), cuya organización piramidal inspiró a la RGT. Como nos lo cuenta, Bernal enviaba un maletín de 10 000 créditos a un coordinador quien quería abrir un nodo. El coordinador vendía 50 créditos con precio de 2 pesos a cada nuevo afiliado. Era un buen negocio ya que en los nodos, los precios de los productos estaban ajustados a los precios del mercado convencional. Entonces 1 crédito= 1 peso = 1 dólar (paridad dólar/peso en Argentina). ¡En resumen, por 2 pesos se ganaban 50 dólares! Bernal “vendía dinero en contra dinero”. Luego, el coordinador retornaba los 400 pesos (10 000/50×2) a Bernal. ¡Es decir 400 dólares! Bernal abrió miles de nodos en el país multiplicando de tal manera las ventas de maletines de créditos…

Diego Garis (red de Córdoba), también atestigua de esas prácticas de venta. En los 6 últimos meses, la RGT abrió miles de nodos sin futuro. Enviaban “representantes” en todo el país para vender maletines de billetes. Para filiarse a un nodo, sólo bastaba comprar créditos sin ninguna obligación de traer productos de de calidad para intercambiar. En consecuencia, los nodos estaban vacíos y cerraban rápidamente. Diego sospecha unos de haberse vuelto “millonario” gracias a esas prácticas poco sociales.

De esa manera, Bernal se auto concedió el poder de emitir la moneda en una huida hacia adelante lucrativa pero suicidaría.

 

Un derecho soberano entre las manos de tres personas

 

La moneda complementaria de Bernal, el arbolito, es mucho más que una moneda local. Está intercambiado en todo el territorio y podría ser calificada de moneda nacional. Frente a la amplitud del fenómeno, se puede preguntarse legítimamente como el Estado pudo dejarse desposeer de su derecho a acuñar la moneda. ¿Es eso realmente democrático (los fundadores no fueron elegidos como lo son los responsables del Estado)? Unos contestan que el Estado se alegraba de ver aparecer una respuesta a la crisis y al desempleo. Otros opinan que tolerar esos nodos fuera una manera de contener el movimiento social. Ocupado con el trueque, al menos los argentinos no estaban en la calle.

El fenómeno del trueque volvió los fundadores en actores muy mediáticos, todo el mundo los conocían. Diego Garis afirma que si habían tenido 6 meses más, habían podido volverse presidentes del país. Si los fundadores tienen muchísimo poder, los coordinadores también, y algunos abusan largamente de esto. Durante nuestras entrevistas, algunos compararon los coordinadores a una especie de « aduana fraudulenta del club », imponiendo distintas tasas (parking, ingreso,…) en créditos sino también en pesos, se sirviéndose los primeros, aceptando el ingreso y la venta de objetos robados, practicas clientelistas y corrupción. Solo dueño de los nodos, algunos coordinadores servían ante todo sus intereses personales y estaban libres de imponer todas las reglas que querían.

 

Divergencias, reacciones, escisiones… pero demasiado tarde.

 

Si aquí presentamos los más obscuros lados del trueque en Argentina, no olvidamos que también esta experiencia movilizó y agregó personas con objetivos francamente solidarios. Mucha gente trabajó para desarrollar un sistema de intercambio alternativo donde cada uno, puede ser sin dinero, tiene los medios para crear su propia riqueza. Solo es en el año 2001 que la red se escinda en dos modelos contrapuestos: la Red Global del Trueque y la Red de Trueque Solidario – RGT vs RTS. Otras redes del interior del país quitarán la RGT pero es muy tarde para evitar la quiebra ineluctable del trueque.

Bernal inunda todo el país con sus créditos, esta súper emisión (ad libitum) supone una inflación sin precedente y la caída de la producción. Todo el mundo tiene los bolsillos llenos de créditos, todo el mundo quiere comprar (esencialmente comida), pero ningún persona produce, los nodos se vacían, rápidamente no hay que vender

 

El tsunami RGT

 

La RGT es de lejos la red la más importante del país y supone con él la quiebra de las otras redes. Con la inflación, los intercambios se hacen a precio de nivel desmesurado, 15 000 créditos para una botella de vino, 14 000 créditos para 6 pequeños pasteles. Los créditos no tienen ningún valor, y por la segunda vez consecutiva, con la crisis de la economía tradicional, en unos meses, algunos pierden todo.

 

 ¿Una moneda complementaria puede ser nacional?

 

La moneda alternativa es eficiente cuando se usa al nivel local. No tiene con finalidad de substituirse a la moneda nacional. En la Edad Media, el poder de emisión fue sacado a los señores pues mas tarde a los bancos privadas (con la nacionalización de los bancos nacionales como el Banco de Francia en el año 1945). No es sin razones que las monedas nacionales están manejadas por los Estados, aunque las reglas de gobernanza no están perfectas, aunque en los factos los Estados han dejado hoy este poder a los bancos privadas (con la delegación de la creación monetaria vía la emisión de crédito).

Los sistemas de intercambio alternativos se inscriben en la economía social y solidaria. Existen para que no se reproduzca los defectos de la economía tradicional. Esta experiencia argentina nos da que pensar que el ser humano y sus defectos, la tentación del poder y del beneficio personal, son unos de los más grandes obstáculos a sobrepasar. No se nace solidario, es un aprendizaje cotidiano, una lucha en contra la naturaleza formada por siglos de individualismo, de conquistas y guerras en detrimento de los otros. Ante todo es un cambio de paradigma (una sociedad de abundancia y cooperación) y un cambio de postura (responsable y solidaria) que habrá que insuflar.